Leche materna y su conservación

La leche materna es el primer alimento del ser humano; aporta al recién nacido todo lo que necesita durante sus primeros seis meses de vida, tanto nutrientes como anticuerpos, probióticos, hormonas y afecto.

La lactancia natural exclusiva reduce la mortalidad infantil por enfermedades de la infancia, como la diarrea o la neumonía, y favorece un pronto restablecimiento en caso de enfermedad.

Hoy sabemos que la alimentación en la primera infancia puede condicionar la futura respuesta del cuerpo a las enfermedades crónicas, de ahí la importancia de la creación de Bancos de Leche Humana, para hacer posible que los recién nacidos accedan a una alimentación segura y oportuna.

¿Qué es un Banco de Leche?

El Banco de Leche Humana es un servicio especializado, responsable de las acciones de promoción, protección y apoyo a la Lactancia Materna; así como actividades de recolección de la producción láctea de las madres y donantes, de su procesamiento, almacenamiento, control de calidad, distribución para el beneficio de los recién nacidos y como apoyo a hospitales que no cuenten con este servicio

Los Bancos de Leche cuenta con dos tipos de leches: una que proporciona la madre a su propio bebé, llamada homóloga, misma que solo se registra, almacena y distribuye y otra que es obsequiada por mujeres donantes, conocida como heteróloga esta leche debe llevar a cabo un proceso un proceso de pasteurización, refrigeración o congelación.

¿Cómo se almacena la Leche en el Banco?

Una vez que se extrae la leche debe ser congelada inmediatamente, de no hacerlo pierde sus propiedades ya que las bacterias proliferan y consumen la lactosa.

A nivel general, la leche recién extraída puede conservarse  a 4°C  durante máx. 12h, de no ser así podrá almacenarse por  hasta por 15 días en congelación.

La leche donada se selecciona y clasifica, se le realizan  pruebas de acidez, para posteriormente ser reenvasada y proceder a la pasteurización y análisis microbiológicos.

La leche una vez pasteurizada y liberada para consumo deberá congelarse a -20°C, lo que permitirá conservar este alimento natural hasta por seis meses.